Nube-barcos agua-casas han aparecido en el Mar del Este. Extranjeros con pieles plateadas han desembarcado en la costa. Sus ojos brillan como jade y joyas. Montan a monstruos con pezuñas de obsidiana, semejante a venados gigantes. Aunque estos monstruos son tan grandes, los demonios imponen su voluntad sobre las bestias, obligándolas a correr en cualquier dirección a una velocidad extrema. Los téotl llevan armaduras de metal sobre sus cuerpos. Portan cascos del mismo material, junto con espadas y cuchillos a sus lados. Poseen armas poderosas, como tubos de tepuzque. Cuando son tocados por el fuego, los tepuzques truenan como relámpagos. Son capaces de destruir árboles enteros en un instante. Tienen otras armas desconocidas, también. Nadie sabe con qué motivo han venido estos extranjeros a las provincias orientales. Los tlamacazquis ofrecieron sus sacrificios para interpretar los augurios y han presentado los portentos a Moctezuma, Tlatoani Supremo y Emperador de la Triple Alianza. A él le corresponde decidir. ¿Son los téotl representantes de los dioses, enviados para apoyar al Emperador, o presentan una amenaza mortal al Imperio azteca?